sábado, 1 de diciembre de 2012

Bigott en concierto Máximo


Hola voladoras,

El pasado jueves estuvimos en La Cochera Cabaret viendo a Bigott gracias, de nuevo, a que a las chicas de Almma le gustan de todos los tamaños y tienen para todos los gustos, máximos y mínimos. Esta vez tocaba conocer el primer máximo organizado por estas preciosas gestoras culturales.

 
Pocas presentaciones le hacen falta a Bigott pero, aun así, intentaremos describiros a esta panda de personajes:
  • Paco 100% Loco, un clásico entre los clásicos. Se le ve el cartón y gusta de ponerse ropa interior femenina por encima de su propia vestimenta. Su apodo le hace justicia a su apariencia.
  • Muni Mami Camón, es la churri de Paco Loco (lo sentimos chicas, está pillado). Su lenguaje no verbal transmite poca pasión en el directo, pero por el bote de Haribo sobre su teclado sabemos que sigue siendo una jovenzuela alocada.
  • Esteban Buenorris Extremus, prueba fehaciente de que del Puerto de Santa María solo salen cosas buenas, como el Monkey Week o el cocinero de Rota, que no es el puerto pero está cerca.
  • Borja Barbas Laudo, es Dude Lebowski sin pantuflas y sin el bigote manchado de ruso blanco (aunque confiamos en que estas diferencias se eliminen en la intimidad de su hogar). Lo mismo te hace la grulla que el baile del pañuelo. También se le ve el cartón.
  • Clara Follable Carnicer, es la churri de Mr. Bigotte. Tiene un rollete rockabilly y a sus 35 años está de toma pan y moja.  La cosa es que la muchacha es pintorita pero ahí está tocando el bajo y los cachivaches. Nos da igual si es por enchufe, la oportunidad de verla menearse bien lo vale.

El concierto empezó flojete, la gente no estaba por la labor de aplaudir mucho, pero pronto comprendimos por qué peligró el suelo de cristal en su Mínimo: Bigott tiene temas altamente bailables. El único problema es que como el único que menea el culo en el escenario es Borjita, el cual ha hecho un curso de bailar ritos salvajes a destiempo, acaba contagiando su estilo a las primeras filas. Por lo tanto pudimos observar a un grupo de epilépticos espasmódicos al lado de un señor borracho fumándose un señor porro en primera fila.

Los clásicos sonaron y empezaron a salir manos por encima de las cabezas, armadas con móviles de última generación. Pudimos comprobar dos cosas: que la blackberry sigue teniendo una pésima calidad de grabación y que al barbas le gusta posar. Se busca a la chica de la primera fila para la que Borja realizó un repertorio de gestos faciales dignos de un vídeo viral de YouTube.

Llegaron los bises y con ellos un intento de pelea entre dos asistentes. Solo conseguimos entender la frase “zortarme que zolo quiero hablá con é” por lo que podemos afirmar que Bigott también tiene fanes canis. ¿Acabará siendo como el leopardo: un punto de unión para pijas, chonis y punkis? Desafortunadamente la pelea no provocó rajaduras de camisa ni torsos desnudos, así que el concierto llegó a su fin con una divertida clase de aerobic al ritmo de Cannibal Dinner, con Paco Loco luciendo nuestras bragas voladoras. Y quien no bailó fue porque no quiso.

 
Larga vida a las B.V.

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